Los pronósticos experimentales podrían ayudar a Guatemala a recuperarse de la erupción volcánica

Por Sarah Fecht. Traducción al español por Manuel Brahm

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Volcán de Fuego en Guatemala, fotografiado en Diciembre de 2015. Foto: Marco Verch via Flickr

El Volcán de Fuego en Guatemala entro en erupción a principios de junio, matando a al menos 110 personas, mientras que cientos más permanecen desaparecidos. Las corrientes de lava y las columnas de humo y ceniza han desplazado a miles de guatemaltecos y han destruido aproximadamente 8.500 hectáreas de cultivos.

En las próximas semanas y meses, el clima jugará un papel fundamental para ayudar o dificultar la recuperación de Guatemala de la erupción. Ángel G. Muñoz, científico climático del Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI) de la Universidad de Columbia, está trabajando con el gobierno de Guatemala para ayudarlos en la planificación a futuro.

Muñoz ha estado trabajando en Guatemala para ACToday (abreviatura de Adaptar la agricultura al clima hoy, para mañana en ingles), un proyecto de la Universidad de Columbia (Columbia World Projects) que está utilizando información climática para mejorar la seguridad alimentaria en seis países en desarrollo. A través de ACToday, Muñoz está trabajando en cerrar la brecha entre los pronósticos del clima a corto plazo, de una a dos semanas y los pronósticos climáticos estacionales a largo plazo que miran hacia meses en el futuro. A pedido del servicio meteorológico de Guatemala, ha analizado y traducido algunos pronósticos a mediano plazo que podrían ayudar a guiar los esfuerzos de recuperación. Estos pronósticos predicen las precipitaciones en las próximas tres semanas y, por lo tanto, el riesgo de deslizamientos de tierra llamados lahares que pueden arrasar comunidades enteras. En este contexto, las previsiones podrían ayudar a salvar vidas e informar los planes para reconstruir carreteras y otras infraestructuras.

Estos tipos de pronósticos de rango medio (“sub estacional”) son bastante experimentales. “Hasta donde tenemos conocimiento, nadie más en el mundo está utilizando pronósticos sub estacionales para guiar la acción de un gobierno luego de una erupción volcánica”, dijo Muñoz.

Lluvias peligrosas

Mientras el Volcán de Fuego continúa arrojando gases y cenizas peligrosas, las lluvias también están obstaculizando los esfuerzos de recuperación de Guatemala. La amenaza de deslizamientos de tierra, inundaciones y lluvia ácida ha interrumpido la búsqueda de víctimas y retrasado los esfuerzos de reconstrucción.

Lahares son una preocupación particular. Estos son deslizamientos de lodo que se forman cuando la ceniza volcánica y las rocas se mezclan con el agua de la lluvia.

Mapa de áreas en riesgo de lahares (deslizamientos de tierra mortales) alrededor del Volcán de Fuego, en condiciones de lluvia moderada. Fuente: INSIVUMEH

“Los Lahares pueden tener docenas de metros de ancho y pueden tener un poder tremendo, destruyendo todo en su camino hacia las laderas”, explicó Walter Baethgen, co-director del proyecto ACToday de IRI, en un correo electrónico desde Guatemala. “Pueden ser muy peligrosos para las comunidades y la infraestructura ubicadas en las laderas del volcán”. Eso incluye hogares, carreteras y otras estructuras críticas.

Tener una mejor idea de la cantidad de lluvia que se avecina podría ayudar a las agencias de emergencia a prepararse, movilizar recursos y evacuar a las personas si es necesario, dijo Baethgen. Los pronósticos sub estacional también podrían ayudar a dirigir los esfuerzos de recuperación. Por ejemplo, si los pronósticos sugieren que continuarán las fuertes lluvias, sería mejor esperar a reconstruir las carreteras en áreas propensas a lahares.

Una primicia en los pronósticos

Durante mucho tiempo, los científicos pensaron que los pronósticos sub estacionales, que miran de 14 a 90 días en el futuro, eran imposibles. “Ha habido una brecha entre la predictibilidad del clima y el pronostico del tiempo, y honestamente pensamos que era una escala de tiempo de la que no podíamos decir nada”, explicó Muñoz. “En los últimos 15 años, tal vez un poco más, hemos descubierto que hay cierta capacidad de predicción, que hay capacidad para pronosticar en esa escala de tiempo en particular”.

Los pronósticos sub estacionales se basan en las temperaturas del agua y la tierra, los patrones de circulación en la atmósfera y otras variables. No son tan precisos ni específicos como el pronóstico del tiempo, por lo que generalmente no se usan en la toma de decisiones. Sin embargo, algunos de los modelos son lo suficientemente confiables para proporcionar información valiosa.

Muñoz ha estado estudiando en qué medida se puede confiar en varios pronósticos sub estacionales. Usando los pronósticos generados por el Proyecto de Predicción S2S y el proyecto SubX de NOAA, Muñoz y sus colegas calcularon recientemente que los modelos para Guatemala son lo suficientemente buenos como para decir cuál sería el clima con tres semanas de anticipación.

“Eso es básicamente un sueño, porque solíamos decir que no se pueden tener buenas predicciones con semanas de anticipación”, dijo Muñoz. “Hay mucho margen para mejorar, pero tienen potencial”. El director del servicio meteorológico de Guatemala (INSIVUMEH) estaba entusiasmado con las posibilidades y le pidió a Muñoz que realizara el análisis.

Las perspectivas para Guatemala

Las predicciones sub estacionales y los cálculos de Muñoz sugieren que hay una posibilidad razonable de que Guatemala tenga condiciones más secas de lo normal en las próximas tres semanas, especialmente durante la semana del 4 al 10 de julio. Eso significa, con suerte, una oportunidad para que el gobierno guatemalteco reconstruya carreteras e infraestructura en las áreas afectadas por la erupción.

La fila superior muestra predicciones de precipitaciones para 1, 2 y 3 semanas en el futuro; verde significa lluvia por encima de lo normal para esa semana, y marrón significa debajo de lo normal. La fila inferior muestra la confianza de los investigadores en cada predicción, con el azul indicando una mayor confianza. El Volcán de Fuego está marcado con un punto negro en cada mapa. Fuente: Ángel G. Muñoz

Para garantizar la confiabilidad de los pronósticos, Muñoz compara predicciones entre modelos múltiples y entre ensayos múltiples para cada modelo. También evalúa qué tan bien las predicciones de los modelos se han desempeñado en situaciones pasadas.

Las predicciones resultantes proporcionan una idea de qué manera es más probable que las cosas vayan. Nadie puede saber con certeza cuán precisas son las predicciones hasta que hayan pasado las tres semanas.

Estos mapas muestran cuán precisas han sido las predicciones similares en el pasado para las semanas 1, 2 y 3, en base a 17 años de datos. Los colores más rojos indican una mejor habilidad. Fuente: Ángel G. Muñoz

Eddy Sánchez, director de INSIVUMEH, dijo que las predicciones fueron muy útiles porque identifican los cambios que podrían ocurrir a corto plazo. “Nos hace sentir seguros de tener otra herramienta de pronóstico”, dijo. “Es importante que el gobierno tenga este tipo de producto para planificar la construcción de infraestructura y carreteras en el área afectada por el Volcán de Fuego”.

Ahora, agregó la agro meteoróloga de INSIVUMEH, Rosario Gómez, “Estamos interesados en comenzar el proceso de validación, tomando en cuenta los datos diarios de lluvia de la red de estaciones meteorológicas en el país”.

Una mirada más profunda al futuro

Mientras que Guatemala ahora tiene una mejor idea de qué esperar del clima, los efectos a largo plazo de la erupción son más difíciles de prever. La erupción ha dañado miles de hectáreas de cultivos de maíz, frijoles y granos, así como de café, un cultivo económicamente importante para Guatemala. Además, muchas personas que trabajan en el sector agrícola se han visto obligadas a huir de sus hogares.
“Aún se desconoce el impacto general en la agricultura y en los medios de subsistencia de las personas”, escribieron en un correo electrónico Jennifer Bradshaw y Carmen González, ambas estudiantes de la Facultad de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Columbia que trabajan en Guatemala para el proyecto ACToday. “¿Qué tanto impacto económico y social tuvo esta erupción particular en las comunidades? ¿Qué sigue para estas comunidades, especialmente aquellas cuyo sustento giraba en torno a la agricultura, dadas sus tierras destruidas?”

El Volcán de Fuego no ha disuadido al equipo de ACToday de su objetivo de utilizar herramientas de información climática de última generación para mejorar la seguridad alimentaria en Guatemala. “El proyecto puede ayudar a nuestro país a hacer mejores pronósticos y de comunicarlos con las personas que toman las decisiones”, dijo Gómez. “Especialmente ahora, porque en julio tenemos menos lluvia y es muy importante conocer el pronóstico de lluvia”.

Dada el posible trastorno en el sistema alimentario de Guatemala debido a la erupción del Volcán de Fuego, el trabajo de ACToday puede ser más importante ahora que nunca